Reflexión tecnológica

¡Hola astronautas!

En la última clase de la asignatura Nuevas Tecnologías Aplicadas á Educación Primaria, utilizamos y conocimos nuevas aplicaciones que, personalmente, me dejaron asombrado. Es increíble ver la cantidad de herramientas de las que disponemos hoy en día para ejercer la enseñanza con los niños y niñas. Descubrí nuevas aplicaciones como Chatterpix, Pinterest y Symbaloo. Estas me dejaron asombrado por la cantidad de funciones que nos permiten si se les otorga el uso correspondiente para el que fueron diseñadas, el cual a mi parecer es: aprender por medio de las nuevas tecnologías.

Aparte, nos dimos cuenta y experimentamos el gran dinamismo que permiten a las clases, pues en una asignatura de dos horas, normalmente se te hacen interminable, si se realizan con el método tradicional de clase magistral. Para mi sorpresa, cuando me di cuenta y vi el reloj, las dos horas de la clase casi habían concluído y se me habían pasado "volando". Aparte de estar entretenido y ser un aprendizaje divertido, sentí que aprendía cosas nuevas e interesantes, cosa que en la mayor parte de clases no sucede.

Aquí la prueba:

En definitiva, creo que fue una experiencia muy gratificante, la cual espero repetir y con la que espero seguir aprendiendo tantas cosas como en esta clase.

Reflexión tecnológica

Cada vez más notablemente, las nuevas tecnologías están teniendo cabida en nuestro día a día como futuros docentes y el día jueves día 2 de febrero de 2017 tuvimos la oportunidad de comprobarlo de primera mano (como debería ser obvio, prepararnos para el porvenir); pues pudimos experimentar a través de diversas aplicaciones que podrían tener un curioso uso en el ámbito educativo.

En cuanto a dichas aplicaciones, pudimos trabajar con Pinterest, Symbaloo y ChatterPix Kids, las cuales -al igual que muchas otras que aún nos quedan por explorar- pueden y tienen la capacidad de ayudarnos tanto a nosotros y nosotras en el papel de docentes como al alumnado en su aprendizaje. En concreto, ChatterPix Kids nos demostró una faceta mucho más lúdica de aprendizaje y que una herramienta de enseñanza con estas características sería muy beneficiosa si la forma de utilizarla es la adecuada, pues estimula gratamente al alumnado y les enseña a respomsabilizarse, a ser protagonistas de su propio trabajo; aprenden contenidos y entienden que lo que hacen tiene una utilidad y repercusión social.

Desde mi punto de vista, podríamos introducir también en esta entrada el proceso de gamificación, donde además de aplicaciones y novedades tecnológicas, se introducen los vídeo juegos. Está demostrado a través de diversos estudios la cantidad de influencias positivas que éstos tienen en los niños y niñas si obviamente su uso está encaminado y regulado en dicha dirección. La gamificación es favorable "para el desarrollo de procesos de enseñanza-aprendizaje efectivos, los cuales faciliten la cohesión, integración, la motivación por el contenido, potenciar la creatividad de los individuos." (Marín, 2015).

Personalmente, pienso que si todos los engranajes que el complejo sistema escolar posee actúan en consonancia, podría mejorarse -y mucho- la calidad educativa que reciben los niños y niñas. Con esto quiero decir que debemos perder el miedo a afrontar la realidad, y que si como futuros educadores tenemos la oportunidad de mejorar la interacción con los educandos a través de nuevos métodos y éstos pueden ayudarles en su proceso de aprendizaje, adelante, pues ellos y ellas son el presente y futuro.

Reflexión tecnológica

Actualmente contamos con una gran cantidad de aplicaciones que estoy casi segura de que la mayoría de las personas no tienen ni idea de que existen, principalmente porque nunca nadie se las ha enseñado.

En la última clase práctica de la asignatura de nuevas tecnologías hemos conocido algunas muy interesantes como Symbaloo, ChatterPix y Pinterest. Desde mi punto de vista, ChatterPix es la más interesante, ya que, como futura docente, pienso que voy a poder hacer un gran uso de ella a la hora de dar mis clases, debido a que uno de mis objetivos principales es dejar de lado la educación tradicional y poder realizar y preparar clases más prácticas en las cuales los niños aprendan pero de una forma más divertida y llamativa para ellos. Y al mismo tiempo, como docente, pienso que también saldría más satisfecha de cada clase si sé que mis alumnos aprenden y son felices en mis clases, ya que si me dedico a explicar todo el tiempo sin que ellos participen, soy consciente de que se aburrirían y desconectarían, lo que tendría como consecuencia que al final no aprendiesen nada.

Como conclusión, opino que utilizaría esta aplicación a la hora de dar mis clases por lo que he dicho anteriormente, porque estoy segura de que si a los niños les dejas un poco de libertad a la hora de expresarse, acaba aprendiendo el docente de su alumnado y viceversa.

Reflexión tecnológica

En nuestra última clase, jueves día 2 de febrero, dimos un paso más hacia las nuevas tecnologías y conocimos otras aplicaciones, además de este blog, que nos servirán de mucho a lo largo del curso y esperemos que también a lo largo de esta vida tecnológica.

Utilizamos Pinterest, Symbaloo y ChatterPix, y tengo que decir que esta última me parece muy útil y, sobre todo, muy educativa. Creo que es una aplicación que podría ayudar a las niñas y niños a ver los contenidos de las materias de una forma mucho más lúdica y llamativa, con lo cual, los resultados podrían ser muy buenos. En relación a las demás aplicaciones, las veo útiles, pero quizás más para el profesorado que para el alumnado.

Lo que saqué en claro de esta última sesión fue que, una vez más, me queda constancia de que una clase dinámica, positiva y cooperativa es mucho más productiva que una clase tradicional. Creo que el hecho de estar constantemente pensando, creando y construyendo ideas ayuda muchísimo a entender mejor los conceptos de las materias. Por eso es que pienso que todas las aplicaciones que conocimos y que conoceremos serán el material ideal para cambiarle el rumbo a la enseñanza. Algo que, en mi opinión, hace mucha falta.